Es un hotel con encanto, a muy buen precio, muy bien situado y con excelente trato de sus empleados. Nos hemos encontrado en él muy a gusto.

Nada, me ha gustado todo.

Magnífica ubicación. Limpio, cuidado, personal atento y amable. Buen desayuno. Económico.

Me ha llamado la atención sobretodo la historia que tiene el hotel, me ha parecido muy buena la atención del personal, un hotel curioso y si que es posible que volviera en otra ocasión al mismo hotel.

Lo que no me ha gustado es que la habitación doble que reservé no especificaba que el baño era compartido...

La ubicación, la tranquilidad. Se nota que les interesa el arte y la cultura y eso lo hace más acogedor.

El ruido que hacía el ascensor al llegar al primer piso.

En general nos ha gustado mucho.El baño muy pequeño,pero la habitacion amplia y perfecta.En este hotel nos sentimos transportados a 1920 y esa sensacion en Berlin es extraordinaria.Si renovaria el empapelado y las alfombras de la entrada principal

Me ha gustado el trato cordial, la atención y su ubicación.

La ubicación perfecta. El personal eficiente, en especial Jaqueline que siempre fue encantadora. El desayuno bueno y abundante. La estancia para repetir.

El ambiente del Hotel es increíble. Te transporta a la Berlin de otros años. Llegar un martes por la noche y que te reciban con una banda de swing en vivo completa la experiencia. Temía al hacer la reserva por el hecho que se trataba de habiataciones individuales con baño compartido, pero el baño es super limpio, hay suficientes para todos, por lo cual es muy intimo. En el hotel se respira arte, historia, es como estar en una película de época. Una joyita de Berlin para no perderse.

me ha gustado su ubicación y la limpieza de las habitaciones

lo que menos me ha gustado ha sido mi cama porque era pequeña

Es un hotel diferente, como una casa familiar en la calle más bonita de Berlín. Las zonas comunes de la planta baja eran muy acogedoras.

Si. En conjunto es recomendable. Sobre todo el personal es excelente

En la descripción pone que el desayuno es excelente y, sin embargo, es escaso y muy poco variado. TAMBIÉN QUE LAS HABITACIONES ESTÁN DECORADAS CON ESMERO Y SON MUY SIMPLES. AL IGUAL QUE EL BAÑO....

El personal de la recepción es muy amable. Me ayudaron con todas las dudas acerca de monumentos en los que había que hacer reservas por internet y me imprimieron la confirmación. El desayuno está bien (pan, cereales, fruta, yogur, zumo, embutidos) y la sala es a la vez sala de exposiciones de fotografias y tiene también un piano. La habitación está limpia y caldeada. La mia no tenía televisión.Doble ventana que impide el ruido exterior. El metro no está excesivamente lejos del hotel y es linea directa casi hasta el aeropuerto (45 minutos más 5 minutos en autobús).

El ordenador que tiene conexión a internet está enfrente de la puerta de entrada y cuando entraban y salian los huéspedes venía una corriente de aire gélido. Que la conexión a internet en la habitaciones sea de pago (2 euros la hora)